Salud, desastres y resiliencia

Resumen

La prevención de desastres es fundamental para todos los países en estos tiempos, la capacidad de prevenirlos, preverlos, amortiguar sus efectos y recuperarse de ellos de forma eficiente y sostenible es vital. En la esfera de la salud la inversión en la resiliencia de los sistemas de salud es considerablemente más eficiente que financiar respuestas ante emergencias, exacerbadas por su fragilidad. Un sistema de salud frágil aumenta la vulnerabilidad de su población ante riesgos externos que repercuten en la salud, el bienestar y desarrollo social y económico. Esto requiere del compromiso de los gobiernos y de la sociedad toda, para integrar las acciones que fortalezcan el sistema de salud, abordar los aspectos sociales de la salud, reducir los riesgos de desastres y emergencias, fortalecer la vigilancia de la salud pública y el control de brotes de enfermedades en el marco del desarrollo sostenible. También, fomentar la investigación de las características de cada sistema de salud para generar los nexos necesarios con la resiliencia del sistema. Las consecuencias de los desastres y emergencias sanitarias incluyen enormes pérdidas de vidas y de infra estructuras.

Es necesario enfrentar estos retos con sistemas de salud sólidos, fuertes y preparados para responder a las necesidades de las personas y comunidades.